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| Foto: embention.com |
La agencia nuclear de la ONU, OEIA (Organismo Internacional de Energía Atómica), Integrará aviones no tripulados (drones) para combatir insectos que afectan tanto humanos como animales, por ejemplo: la mosca tse-tse, que trasmite la llamada "enfermedad del sueño".
Para una primera etapa, utilizarán un dron teledirigido al sur de Etiopía, el cual soltará cajitas conteniendo moscas previamente esterilizadas por medio de tecnología nuclear. Estas moscas eran lanzadas desde una altura de 200 metros.
Embention, de Alicante, es la empresa española que ha construido este dron. El mismo tiene bajo sus alas dos tubos diseñados especialmente para liberar las cajas biodegradables en los lugares seleccionados.
"El dron de Embention sólo pesa 25 kilos y tiene una capacidad para soltar 5000 moscas esterilizadas en cada vuelo. Por otro lado, este aparato cuesta 15 veces menos que una avioneta tripulada, método que han estado utilizando hasta ahora", explica el fundador de Embention, David Benavente.
En Etiopía la enfermedad del sueño ha causado grandes estragos en la economía y la sociedad, pues es una enfermedad que afecta tanto a humanos como animales.
Esta mosca además provoca "nagana", una enfermedad que deja los animales muy débiles y les impide desarrollar las tareas agrícolas, la cual es el motor principal de la economía africana.
"Hasta ahora el principal obstáculo que han tenido que enfrentar los investigadores es la falta de legislación en el país respecto a los drones, por lo que las autoridades tendrán que estudiar su uso en cada caso", explica el ingeniero español. Agrega: "Lo que se trata es de demostrar que el dron es seguro, tanto en Etiopía como en cualquier otro país".
Sin embargo, la inclusión de drones en esta guerra sanitaria está avalada por la FAO y el OIEA, la organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura.
El dron tiene una autonomía de 3 horas, pero, aunque es completamente autónomo desde su despegue hasta su aterrizaje es supervisado por un responsable en la base, quién controla que no falle ningún elemento, como la batería durante el vuelo. Además, está programado para recorrer un máximo de 300 kilómetros a una altura de 200 metros, a esta altura el espacio se considera "no controlado", por lo que no debería representar un problema, pues se supone que no habrá avioneta alguna que pudiera entorpecer el recorrido.
Antes de cada vuelo, se debe informar sobre la ruta del dron a la Aviación Civil de Etiopía para no coincidir con otras aeronaves durante su misión.
El OIEA ya está trabajando con las autoridades etíopes para iniciar el proyecto cuanto antes.
"Los drones son ciegos, no pueden 'ver' en tiempo real que hay alguna amenaza y evitarla, lo que sí puede hacer un piloto humano", reconoce Benavente.
la "técnica del insecto estéril" (TIE) mejorará mucho su eficacia, destaca el director general adjunto de la OIEA para Ciencia, Aldo Malavasi. Destaca además que este dron permitirá soltar insectos en lugares más específicos. También resaltó otra ventaja de esta nueva herramienta para combatir a la mosca tse-tse y es que su velocidad de vuelo es mucho menor que la de una avioneta regular empleada en esta misión. Una avioneta alcanza una velocidad de 200 km/h, mientras que los drones no superan los 80 Km/h, explica Malavasi.
"De salir adelante este proyecto, la idea se extenderá a otras zonas de África y también se podría atacar otras especies peligrosas de insectos para así atajar otras enfermedades, ya que el uso de drones permite soltar mosquitos más pequeños, "más delicados que las moscas", y con estos mosquitos estériles se podría combatir la transmisión de otros virus peligrosos como el zika, el dengue o la chikunguña", explica Malavasi muy esperanzado.
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